Al igual que el de la Inmaculada, el autor del paso del Señor es José Gil, realizado en 1913. Es neobarroco, tallado, dorado y policromado, iluminado por cuatro faroles de plata sobredorada, obra de Villarreal en el 2000. Fue restaurado por Manuel Guzmán Bejarano y dorado por Manuel Calvo Camacho en 1980, y restaurado el dorado por el mimo autor en 1998. Son unas andas con desarrollo de carnosas hojas de acanto que se disponen de modo simétrico, combinadas con racimos frutales, dentro de un esquemático marco modulado, todo ello resaltado sobre filetes modulados exento de decoración vegetal. En las esquinas, frontal, trasera y laterales de la canastilla, se disponen cartelas ovaladas, revestidas de profundas hojas, y ornamentadas con 16 ángeles niños, en cuyo centro figuran relieves en madera tallada y policromada que representan diferentes pasajes de la Pasión: en las esquinas la Coronación de Espinas, los Azotes, la Piedad y la Oración en el Huerto; y en la frontal, trasera y laterales: Jesús con la Cruz a Cuestas, Jesús ante Poncio Pilato, la Entrada en Jerusalén, y Cristo Crucificado. Estos relieves son obra del escultor Ricardo Rivera Martínez en 1980. Los respiraderos disponen de cartela frontal con el escudo de la Hermandad, trasera con el paño de la Verónica, y laterales con los atributos de la Pasión. Estos respiraderos poseen cabezas de querubines, realizados por Manuel Guzmán Bejarano en 1980, al igual que los dos ángeles tenantes que sostienen la cruz del Señor.
Completan el exorno de la imagen del Gran Poder: potencias de oro cincelado y repujado, de Villarreal de 1980; cruz de madera tallada, de Antonio García Guerrero de 2009, cantoneras de la cruz de plata sobredorada, cincelada y repujada, de Orfebrería Triana de 2009. El Nazareno posee tres túnicas procesionales bordadas en oro sobre terciopelo morado, la anónima de 1830; la de 1996, bordada por Miguel de los Reyes y Rafael Villadiego; y la restaurada por Josefa Maya en 2006, con bordados del siglo XIX.
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